dimarts, 5 d’abril del 2016

Utilización de película caducada, la clave es experimentar.

Una gran moda que últimamente se ha instaurado entre los lomógrafos y hipsters ha sido el trabajar con material caducado. La verdad es que así como antiguamente, en una era totalmente analógica, ni se hubiese planteado, dentro del mundo digital en el que nos encontramos ésta manera de trabajar y reivindicar con el material es más que curiosa.

En los 80-90 pocos hubiesen trabajado con material caducado excepto los artistas experimentales, ya que se trabajaba con unos cánones de calidad impolutos (como el digital de ahora) y un pelo o una variación en el color hubiese sido algo menos que un desastre absoluto desde el punto de vista de los resultados.

Hoy en día, en cambio, se tiene que revelar y "rebelar" el carácter analógico, y que mejor manera que trabajar de manera incorrecta para poder destacar los defectos de un medio analógico y advertirlo a ojos del espectador. ya existen muchos programas, aplicaciones y plugins que "simulan" texturas y variaciones de color atribuidas al analógico, pero qué mejor que utilizar el medio auténtico!

Las fotografías que os presento podrían haber estado expuestas hace dos días. La película es Fuji PROVIA caducada hacía unos 5 o 6 años. El revelado es el correcto, el E-6 (diapositiva color) y ha sido realizado de manera manual, utilizando un tanque de revelado.

Destaca el color amarillento, lo que le aporta un aspecto vintage muy bonito. El hecho de haber hecho fotografías a objetos intemporales confiere a estas un aspecto peculiar y muy personal. Aun así, se ha mantenido la fabulosa calidad de la emulsión, aún siendo de 400 ASA. El tren parece salido de una fotografía de los años 60 (inicio del color para el aficionado base), los cielos mantienen una textura muy interesante, y la piedra una textura muy bonita. podemos también destacar, incluso en esta película caducada, la cantidad de tonalidades que nos dan los árboles. Eso sí, con colores absolutamente aberrados, como el hielo que aparece en una de las imágenes.

¿Para qué sirve esta técnica?, muchos se pueden preguntar. Pues para dar un plus a alguna salida que tengamos prevista hacer. De hecho, lo que tenemos que tener en cuenta cuando elegimos cámara (si tenemos donde elegir) y carrete, es claramente el destino de la imagen a nivel geográfico como de resultado a esperar. Y ésta elección tan acertada  desde mi punto de vista fue la siguiente: Cámara Rollei 35 (una preciosidad y considerada la cámara más pequeña de 35 mm, que me dió mi buen amigo y compañero de trabajo Marc mallol) y el carrete Fuji Provia 400 caducado.

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