Trabajo con cámaras antiguas (I)
Esta primavera y verano me he estado interesando en cámaras estereoscópicas, y, como pasa a menudo, los astros se acostumbran a juntar para hacerte la vida más fácil.
Concretamente, cayó en mis manos casi de casualidad una auténtica cámara Verascope de 1890, una cámara estereoscópica que fue muy popular, sobretodo por su utilización por parte de Francia en la Primera Guerra mundial.
La cámara en cuestión es muy sencilla, y en un primer momento no podía identificar qué tipo de armatoste fotográfico tenía delante. La posee la mujer de un amigo mío, y me la mostraron después de una agradable cena. Les dije que parecía una cámara, y a medida que la íbamos limpiando, me di cuenta de que realmente lo era. Estereoscópica seguro. Y antigua, muy antigua. Parecía construída en latón, y posee un compartimento para poner las placas fotográficas de vidrio, dotado de un ingenioso sistema para pasar las placas a modo de exposiciones, como si de un carrete de fotos se tratase. Y con contador de exposiciones incluído!
Frente a esta pequeña maravilla, les pedí el favor de poder llevármela y hacer pruebas, para ver si aún funcionaba. Los siguientes días serían de investigar y probar, a ver si como reto me veía capaz de sacar imágenes mínimamente decentes de esta pequeña maravilla, aún con los años que tenía. Estoy seguro que si se hubiese tratado de una cámara digital de 2010, no albergaría ninguna esperanza de conseguir nada en el 2135! Para comenzar, no tendría disponible ni siquiera baterías!
Pensé que la mejor manera para comenzar las pruebas tenía que ser con un soporte fotosensible lo más parecido a las placas fotográficas de vidrio, y enseguida se me ocurrió probar con el papel lith, de hecho uno mejorado de tipo ortocromático que vende R-3 (www.foto-r3.com), ya que este tipo de emulsión se puede cortar a medida e introducirlo dentro del porta placas.
Una de las imágenes conseguidas al final, con una exposición de 2 minutos y gracias a los sabios consejos de un gran compañero de trabajo y amigo, Marc Mallol, tiene un punto melancólico: se trata de una vista desde la ventana del laboratorio de negativos de la escuela OSCUS, laboratorio que está destinado a desaparecer el próximo junio de 2016. Por lo tanto, la imagen no deja de ser también de algo que ya no será. Como decía Susan Sontag (me acuerdo de esta frase gracias a uno de los mejores alumnos que he tenido en los 15 años en que he dado clases de laboratorio de Imagen, Noe Lago):
La fotografía es un arte elegíaco, un arte crepuscular. Casi todo lo que se fotografía, por ese mero hecho, está impregnado de patetismo. Algo feo o grotesco puede ser conmovedor porque la atención del fotógrafo lo ha dignificado. Algo bello puede ser objeto de sentimientos tristes porque ha envejecido o decaído o ya no existe. Todas las fotografías son “memento mori”. Hacer una fotografía es participar de la mortalidad, vulnerabilidad, mutabilidad de otra persona o cosa. Precisamente porque seccionan un momento y lo congelan, todas las fotografías atestiguan la despiadada disolución del tiempo"
Este post tiene el número I al final. Lo que quiero decir con el número, es que seguro que no va a ser el único en el que trate el trabajo con cámaras antiguas. Me apasionan y sé que tarde o temprano tendré otro reto que resolver...o probar. ;)
Moltes gracies Lluis per tornar a donar vida a aquesta camara que pertanyia al meu besavi i que des de que va faltar, mai ningu la va fer servir. Durant mes de 100 anys ha sigut testimoni del temps que passava sense guardar-ne cap record...fins aquest 2015...
ResponEliminaGràcies a vosaltres per haver confiat en que podria tornar a donar-li vida. Gràcies a això ja estic ficat de ple en fotografia estereoscòpica. Aviat veureu un article fet a partir de la prova d'una Lomo Sputnik russa dels anys 80.
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