Revelar nuestro negativo de blanco y negro como diapositiva...es posible, pregúnteme cómo!!

La diapositiva siempre ha sido un reto para muchos. Por una parte, es el tipo de proceso en que el resultado (cuando sale) es espectacular, tanto de saturación de colores como de contraste, etc...incluso definición. Al tratarse de un original en sí mismo, mantiene toda su calidad, a diferencia de un negativo, que precisa de procesos de ampliación.

Aparte de todas estas ventajas (calidad, definición, saturación...) representa también un reto, como he dicho antes. Y ese recto se define en una palabra: EXPOSICIÓN CORRECTA. Toda aquella exposición que se escape de 1 o incluso 1/2 de diafragma se notará. Por tanto, deberemos hacer la lectura de luz de manera muy precisa.

Pensad que muchísimos fotógrafos exponemos de manera habitual un carrete de diapositivas para ver si aún "estamos en forma", debido a que el digital te mal acostumbra. La diapositiva tiene la capacidad de ponerte en tu sitio, y evitar que te duermas, poniéndote activo y atento.

El caso que nos trae a este artículo es una técnica de diapositiva para blanco y negro. Antiguamente, existían diversos kits, entre los que destacaban uno de T-max Dia Direct de Kodak o el B/N Dia Kit de la desaparecida y querida Tetenal.

En la actualidad tenemos disponible el Kit ADOX Scala (https://foto-r3.com/es/producto/adox-scala-

kit-reversible-para-peliculas-en-blanco-y-negro/) que según dicen da muy buenos resultados.

El revelador inversor que os propongo sería de cocinado en casa, y con una película de tipo T como Kodak 400TMAX y Delta 400 de Ilford. En este caso, la exposición se haría a 1000 ASA.

-El proceso de revelado.

El proceso y los componentes no son propiamente míos, sino que los saqué de una página de fotografía y química fotográfica allá por el año 2005, que era la época en que disponía de un laboratorio grande y equipado como el de la escuela en donde daba clases.

Para la preparación de los componentes:

• Primer revelador: Revelador Kodak D-19 (l litro)+9,5 gr de Tiosulfato Sódico.
• Blanqueador (OJO, QUÍMICOS PELIGROSOS): En un litro de agua, 12 ml de ácido sulfúrico + 9,5 gr de Dicromato potásico. Es importante echar el sulfúrico sobre el agua y no al revés, dado que la reacción sería muy violenta.
• Clarificador: En un litro de agua, añadir 90 gr de Sulfito Sódico
• Segundo Revelador: Revelador Kodak D-19 (1 litro)

Y el proceso seguiría los siguientes puntos:

1. Primer Revelador: 26 grador, 8 minutos.
2. Lavado: 3 minutos.
3. Blanqueo: 2 minutos.
4. Lavado: 3 minutos.
5. Clarificador: 2 minutos.
6. Lavado-reexposición: 5 minutos.
7. Segundo Revelador: 5 minutos.
8. Baño de Paro: 1 minuto.
9. Fijador: 5 minutos.
10. Lavado: 1 minuto.
11. Eliminador de Hiposulfito: 2-3 minutos.
12. Lavado final: 5 minutos.
13. Humectante: 1 minuto.

Evidentemente, es un revelado mucho más largo que el Adox, pero si queréis doblar la sensibilidad de la película el proceso es perfecto.

El paso 6 (Reexposición) consiste en abrir el tanque a la luz, y mientras el carrete permanece en el interior sumergido en agua, exponemos el tanque a una luz potente, girándola sobre el tanque. El segundo revelador se encargará después de re revelar esa plata, y así invertir el proceso y hacer que el resultado sea un positivo directo.

Como normas de seguridad aconsejo llevar bata, guantes de neopreno nuevos, mascarilla y gafas de protección. También sería recomendable utilizar una crema protectora de manos antes y después de la sesión de revelado. Mirad también que el laboratorio tenga una buena ventilación. Evitad el contacto directo de los químicos con la piel y sobretodo los ojos.

Pues nada, a disfrutar del proceso, ya me explicaréis los resultados!

Nueva adquisición: Nikon, como no!

Hace un tiempo me obsequiaron con otra cámara, esta vez de unos buenos amigos: el primer modelo electrónico, la Nikon EL-2.

Se trata de una preciosidad fabricada en 1977, cromada y equipada con un objetivo de serie Nikkor 50mm 1.4
Os dejo unas instantáneas para que valoréis tanto la toma como la óptica.
Película Ilford HP5, revelada con Kodak T-Max (1+4): 21º, 6 minutos 15 segundos.

Como podéis apreciar, gran calidad tanto de lectura de exposición, como de óptica.

Cámara Horizon 202: bienvenidos al mundo panorámico.

Ya hace unos años me compré esta fabulosa cámara, que nos da un punto de vista muy diferente al que estamos acostumbrados con el formato normal de 35 mm.

El caso es que se trata de una cámara de 35 mm, pero con la diferencia que sus exposiciones no cubren 24x36 mm, sino que ocupan 24x58 mm!!! Lo que nos da un negativo de 22 fotogramas totalmente panorámico.

Su funcionamiento es sencillo pero ingenioso. Para empezar, no precisa de baterías, ya que posee mecanismo de relojería, y el modelo que poseo juega con velocidades de 1 seg, 1/2, 1/4, 1/8, 1/30, 1/60, 1/125 y 1/250. De aperturas disponemos de f2.8, 4, 5.6, 8 y 16.

Fuente: Wikipedia

El sistema de obturación también resulta curioso, pues este consiste en desplazar de un lado a otro el objetivo. Como el negativo también se encuentra curvado (ver foto), la fotografía se expone como si de un escaneado se tratase. Este curioso sistema hace que nuestra experiencia al fotografiar pueda ir más allá, sobretodo en exposiciones lentas y moviendo la cámara, o captando un objeto en movimiento.

Este curioso mecanismo evita la distorsión de la imagen, sobretodo observando el nivel que se encuentra en la parte superior de la cámara. La focal de la cámara es fija (28 mm). Y el visor, aunque no es réflex, nos da una visión bastante acertada de lo que vamos a fotografiar.

El único detalle a tener en cuenta es que tendremos que hacer la lectura de luz con un fotómetro de mano, o bien con alguna cámara accesoria que llevemos.

La Pedrera, Barcelona.

Los resultados saltan a la vista: más resolución al abarcar más superficie, y una creatividad sin límites en utilizando los filtros que incorpora la cámara (UV, ND y CTO).

Carcassonne.

También podemos hacer nuestros inventos en Photoshop, uniendo imágenes y saltándonos los límites del marco.

En definitiva, una cámara con la que podremos jugar, y que nos podemos llevar de viaje para captar los paisajes más fabulosos en impresionantes panorámicas. Casi como el CinemaScope!  ;)

Si queréis ver el manual de instrucciones, haced un clic aquí.

300 megapíxeles en vena. El poder del analógico.

Carrer de Montblanc - Lluís Grifé

Este año, desde el punto de vista docente, ha sido tan enriquecedor como siempre. Nuevas caras entre mis alumnos, nuevas asignaturas, pero sobre todo nuevos retos, que es lo que nos hace vibrar como seres humanos que somos.

Tenía ya olvidada aquella técnica de nocturnas que utilicé por primera vez a principios de este siglo, y que hacía unos cuatro años que no utilizaba. Mi inspiración (y maestro) no fue otro que el reconocido Amado Bequer Casaballé a través de un artículo en Fotomundo, revista argentina creo que ya desaparecida.

El caso es que se trata de una técnica sencillísima y muy eficaz por lo que a resultados se refiere. Se basa en el principio de Contracción del negativo. Así como cuando forzamos una exposición, lo que estamos haciendo es subexponer para luego sobrerevelar (expansión), en esta técnica haremos lo contrario, que será sobreexponer el negativo y subrevelarlo, de manera que consigamos un negativo de bajo contraste y que registre desde las luces más potentes a las zonas más oscuras de nuestra escena.

Para quien no haya entendido nada en el párrafo anterior, aquí un resumen gráfico:

Font: Institut d'Estudis Fotogràfics de Catalunya.

Se entiende, pues, que el forzado no es más que una expansión, donde nos aumenta de manera significativa el contraste de la escena, además de provocar la aparición de un grano más grande y visible.

Gama tonal normal:           

Gama tonal expandida (forzado): 

Gama tonal Contraída (técnica nocturna): 

Para esta técnica de nocturnas, pues, sobreexpondremos un carrete (que es exactamente lo contrario que haría una persona "normal" o un fotógrafo amateur), y posteriormente lo subrevelaremos, y así conseguiremos el anhelado negativo de bajo contraste, con detalle en toda la gama tonal de grises.

Así pues, para la exposición precisaremos de un carrete de emulsión Kodak 400TMAX (sirve tanto el
carrete de 135 como el de formato 120). Asignaremos entonces el índice de exposición a 25 ASA, que permitirá que incluso las sombras queden registradas. Como las exposiciones serán largas, necesitaremos también de un trípode, y a poder ser de un cable disparador.

Para la lectura de luz no tendremos mayor problema, puesto que aplicando el fotómetro a la zona gris por excelencia, como el mismo asfalto, podemos tomar una buena lectura. Ojo! Tened muy en cuenta lo que queremos que se vea mejor en la escena. Si hace falta, acercáos al lugar y tomad la lectura ahí.

El tema de revelado no podría ser más fácil. Utilizaremos un revelador enérgico, como es el caso del Kodak T-MAX, pero en este caso, para conseguir un subrevelado, lo que haremos es variar la dlución normal de 1+4 a 1+8, y mantendremos el mismo tiempo de revelado. De esta forma, conseguiremos bajar el contraste.

Os recuerdo que al haber aplicado esta técnica, no sólo conseguimos el registro de toda la gama tonal, sino que además habremos reducido de manera sustancial el grano de la emulsión, debido al tratamiento tan suave que le hemos dado al revelado.

Los resultados saltan a la vista. Con los alumnos de CGFS de 1º de Iluminación organizamos una salida de Fotografía Nocturna, y los profesores nos organizamos para hacer la práctica con una flamante cámara Ensign Selfix 820 del año 1952 que trajo el profesor de Presa Fotogràfica, Mariano Rodríguez Blanco. Junto al tutor del ciclo, Jordi Cardona, y acompañados de una alumna interesada en el soporte analógico y de un servidor, volvimos a disfrutar como niños de la fotografía analógica.

Manejando la cámara con ayuda digital  ;)

Jordi Cardona y Mariano Rodríguez Blanco, dos cracks en pleno rendimiento.

...Y aquí tenemos los resultados:

Sta Maria del Mar - Mariano Rodríguez Blanco. Lectura de luz realizada en la base del altar.

Les 7 Portes - Jordi Cardona. Lectura de luz realizada en la esquina del edificio (donde están las placas de la calle.)

Carrer Rec - Lluís Grifé. Lectura de luz en el pavimento.

He tenido que reducir el tamaño de los archivos, debido a que el Blogger no me permitía, al igual que Facebook y otros sitios, cargar el archivo original de más de 300 megas.

Al mismo tiempo, nuestra alumna, con su cámara de 35 mm hizo fotos tan fabulosas como esta, en la que se aprecia el potencial de la técnica.

Carrer l'Espaseria - Marta Cortés. Lectura de luz en el pavimento.

En definitiva, una técnica fabulosa que nos dará a cambio más de 300 megapíxeles en vena.

Lomo Sputnik, primeros resultados

Finalmente, he podido positivar (el negativo estaba revelado des de septiembre) las primeras imágenes de la única cámara en 3d de que dispongo, la rusa Lomo Sputnik, de formato 120.

Aunque en un primer momento, y a la vista de los negativos parecía que mi sospecha de diferencias de luz en cada uno de los objetivos no era fundada, he podido advertir, a la hora de positivar, que estaba equivocado. Parece ser que la óptica izquierda (la que haría las funciones de "ojo izquierdo") tiene una leve pero advertible menos luminosidad que el derecho. Además, debido a que estas ópticas estaban hechas de modo artesanal, ese objetivo tiene un ligerísimo desenfoque.

Aún así, el efecto 3d es clarísimo, y aunque he utilizado un visor de la casa Holga muy sencillo para el visionado, la calidad es espectacular. Pensemos que se trata de dos negativos de 6x6 centímetros positivado por contacto directo. Estamos hablando de unos 150 megapíxeles por ojo, como mínimo! Muy diferente de la Verascope de 1890 de un artículo anterior, aunque los casi 130 años que tiene el objetivo impidieron una visión perfecta del resultado.

El truco al hacer una fotografía en 3d es, en primer lugar, trabajar en varios planos de distancia respecto al objetivo, de manera que cada uno de los "ojos"(objetivos) de la cámara nos de una imagen ligeramente diferente el uno del otro, y es así como podremos crear la ilusión de profundidad. Otro aspecto a tener en cuenta es situar, en la medida de lo posible, los objetos en diagonal, con el objeto de crear aún más perspectiva.

Acompaño al artículo con una pequeña muestra de las copias, más que satisfactorias. Concretamente, la película utilizada ha sido la Kodak 400TMAX, tirada a ASA nominal, y revelada con revelador Kodak XTOL en dilución 1:1. Positivado por contacto con papel Ilford Multigrade IV con filtro 3.

Lomo Sputnik, una maravilla de la técnica rusa tridimensional de los 80.

Como comenté en un artículo anterior, más tarde o más temprano me tenía que poner a trabajar con esta fantástica cámara soviética.

De todos mis alumnos es conocida mi afición a trabajar con cámaras que pongan a prueba la pericia del fotógrafo, tanto en el momento de hacer las fotografías como en el momento de revelarlas, con el objeto de manetener la curiosidad del fotógrafo, últimamente mermada por la utilización de cámaras digitales. La verdad es que cada vez me aburren más, porque su funcionamiento es a veces mimético según la marca.

De hecho, mi primera cámara cuando empezé a tener la intención de ponerme con la fotografía medio en serio, con 15-16 años (creo que es el momento clave en el cual te empiezas a dar cuenta que la luz significa algo más para tí que para el resto de los mortales), fue una Lomo Lubitel 166-B, que en esa época estaba muy bien de precio (5.000 pesetas - unos 80€ para la época). Las características de ésta cámara, con todas las funciones absolutamente manuales y sin pilas, ya que lleva mecanismos de relojería, hicieron que aprendiera fotografía a pasos acelerados. Es de formato negativo de 6x6 centímetros, lo que hacía que la calidad por una parte y la óptica artesanal por otra, diesen a las imágenes un aspecto visual muy potente y personal. Tampoco disponía de fotómetro, cosa que me obligaba a asignar la exposición simplemente valorando el sujeto a fotografiar. Si a esto sumamos el hecho de utilizar carretes de formato 120, lo que limitaba las exposiciones a 12, daba un aspecto selectivo y único a cada toma.

Comento esto porque la Lomo Sputnik no es más que una cámara de formato medio de dos objetivos (de hecho el tercero es el visor para el usuario), de manera que se crean dos imágenes casi idénticas, que después del revelado y positivado, y gracias a un visor, nos permitirán disfrutar de unas fantásticas imágenes en tres dimensiones, y además de unos 150-200 megapíxeles de calidad al cambio digital, y eso para cada ojo!

Es curioso que el tema del 3d es absolutamente cíclico, si nos ponemos a pensar. El anterior artículo, dedicado a una cámara Verascope de 1890 nos hace ver que el 3d no es para nada un tema nuevo.

El único aspecto que me preocupaba es que la óptica, al ser similar a la fabricación de la Lubitel, podía tener personalidades diferentes en cada uno de los dos objetivos. por suerte no ha sido así, y las imágenes que me ha dado resaltan por su belleza y detalle.

En pocos días publicaré los resultados con imágenes conseguidas por esta fabulosa cámara.

El poder del analógico.

El otro día se me ocurrió desempolvar unas fotografías de mis tímidos inicios en el mundo digital, hechos con una Canon EOS 350d con el objetivo de serie, al que llamo "Cola-Cao", muy amistosamente, debido a la pésima calidad que da el susodicho (creo que tendrían que haberle aplicado la pena capital al ingeniero que diseñó semejante monstruo). El caso es que se me ocurrió echarles un vistazo a esas antiguas fotos digitales, y para mi sorpresa, las aprecié todas desenfocadas, cosa que no me pasa con mis primeros negativos de los 80.

Algo está pasando a nivel cultural, que nos hace ver las capturas digitales antiguas desenfocadas. Será que ahora, con tanto megapíxel, no podemos apreciar calidad en los 6 , 7 u 8 megapíxeles que daban las primeras digitales con cara y ojos?

Sigo con mis reivindicaciones del medio analógico en un mundo cada vez más digitalizado. Esta vez mostrando imágenes que utilizan todas las excelencias del medio. La intención es clara: está muy bien experimentar y hacer cosas raras con el medio argéntico (como dice mi buen amigo Ignacio Benedetti), pero cuando se trabaja de manera correcta, no hay digital que se le iguale.

Lo que muestro en este post no son más que imágenes en blanco y negro, realizadas con una preciosa cámara de medio formato, una Yashica Mat de los 50. No llegaría a los niveles de la Rollei, considerada la reina del formato, pero los resultados de su calidad saltan a la vista.

Empiezo con una muestra de tres imágenes del Poble Espanyol de Barcelona, en las cuales podemos apreciar la latitud, que se correspondería con el concepto de rango dinámico en digital. Es increíble que en una sola fotografía sin utilizar nada de HDR ni técnicas que precisan varias exposiciones, podamos conseguir tantos tonos entre el blanco y el negro.

Estas otras están hechas en Francia, cerca de Carcassonne, y con una luz preciosa. Aquí volvemos a apreciar tanto la latitud (fijáos cómo el campanario ofrece detalle tanto en la parte de sombra como la que recibe un baño de luz) como el detalle de la imagen.
La calidad de una imagen depende de varios factores. El primero y más importante: el objetivo con el que está tomada la imagen, después vendrían la película utilizada, la exposición que se ha hecho, y finalmente el proceso de revelado que se ha seguido. Vemos pues que estos factores determinarán muy claramente la calidad final.

Concretamente, la película utilizada ha sido la Kodak 400TMAX, que aunque más sensible, en este tipo de negativos de 6x6 cm dan una calidad fabulosa, a años luz de lo que el digital nos puede llegar a dar.

Las lecturas de luz han sido realizadas con fotómetro de mano LUNASIX, dado que la cámara no lo posee. El revelado ha sido hecho con el magnífico Kodak XTOL en dilución 1:1 (1+1), y evidentemente ha sido realizado de manera manual y con muchísimo cariño.

Y el escaneado, por supuesto, se ha hecho con la mejor calidad posible. Todos y cada uno de estos factores tienen importancia, y cualquier paso dado en falso con el proceso lo puede llevar todo al traste a nivel de calidad. Por ello es muy importante cuidar los detalles en el flujo de trabajo que establecemos.

Vemos con este pequeño artículo como, después de ver tanta lomografía y revelados alternativos, si volvemos al proceso original bien expuesto, bien revelado y bien escaneado, podemos observar resultados muy por encima de la calidad que nos da el digital.